Este 2023 se perfila con un otoño atípico en la crónica de los bancos de berberecho de la Ría de Noia para todo el sector conservero. Nuestros berberechos han atravesado una auténtica odisea al enfrentarse a fuertes lluvias torrenciales trastocando la salinidad del agua, que han afectado a sus condiciones ideales de vida: la turbidez del agua, sólidos en suspensión, salinidad y temperatura del agua; y si a todo ello se le suma las decisiones sobre la presa hidroeléctrica del río Tambre, la fortaleza de nuestra población de berberecho se ha puesto a prueba con una trágica tasa de mortalidad que supera el 80% como resultado. Como era de prever, con este dato, esta campaña ha sido identificada como la peor de toda nuestra historia. La difícil situación, ha provocado la escasez de este manjar marino, dejando a muchos de nuestros productores con las manos vacías y a nosotros, los amantes de la buena mesa, con un sabor agridulce en los labios.
Las perspectivas para esta temporada son inciertas y se espera una mínima disponibilidad y precios al alza para el berberecho, lo que nos hace valorar aún más y apreciar la fortuna de contar con cada pequeña concha que llega a nuestros platos en estos tiempos difíciles. A pesar de esta problemática, intentaremos cubrir todas las necesidades para esta campaña de cara a nuestros clientes. Es crucial reconocer el esfuerzo titánico que ahora mismo se lleva a cabo en términos de conservación y sostenibilidad para proteger nuestro tesoro marino. Esta coyuntura nos lleva a meditar sobre la relevancia de saborear al límite este manjar gastronómico cuando esté a nuestro alcance, y a valorar los sacrificios que se están haciendo para preservar y mantener su producción.
Si conseguimos sortear estos desafíos y evitamos pérdidas significativas durante los próximos dos inviernos, manteniendo condiciones óptimas en el medio ambiente, existe una genuina posibilidad de disfrutar, en los años que vienen, de una buena campaña de berberecho. Los sacrificios que hacemos en el presente, sin duda, se verán recompensados en el futuro. ¡Continuemos hallando esperanza en cada berberecho que compartimos y en cada historia que contamos, con todo nuestro corazón!.